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En el apogeo del brote de coronavirus de China, los funcionarios hicieron un uso rápido de los dispositivos de rastreo de lujo en los bolsillos de todos, sus teléfonos inteligentes, para identificar y aislar a las personas que podrían estar propagando la enfermedad.

Meses después, las estadísticas oficiales de China sugieren que lo peor de la epidemia ha pasado allí, pero las aplicaciones de monitoreo del gobierno apenas se están desvaneciendo. En cambio, están de puntillas para convertirse en un elemento permanente de la vida cotidiana, uno con potencial para ser utilizado de manera problemática e invasiva.

Si bien la tecnología sin duda ha ayudado a muchos trabajadores y empleadores a recuperar sus vidas, también ha generado preocupación en China, donde las personas protegen cada vez más su privacidad digital. Las empresas y agencias gubernamentales en China tienen un historial mixto sobre cómo mantener la información personal a salvo de ataques y filtraciones. Las autoridades también han tomado una visión expansiva del uso herramientas de vigilancia de alta tecnología en nombre del bienestar público.

El software de seguimiento de virus del gobierno ha estado recopilando información, incluidos datos de ubicación, sobre personas en cientos de ciudades de China. Pero las autoridades han establecido pocos límites sobre cómo se pueden usar esos datos. Y ahora, los funcionarios en algunos lugares están cargando sus aplicaciones con nuevas características, con la esperanza de que el software siga siendo algo más que una medida de emergencia.

Las personas en China se inscriben en el sistema de seguimiento de virus mediante el envío de su información personal, viajes recientes y estado de salud en una de una amplia gama de aplicaciones. El software utiliza estos y otros datos para asignar un código de color, verde, amarillo o rojo, que indica si el titular tiene un riesgo de infección. Los trabajadores que se encuentran fuera del metro, las oficinas y los centros comerciales impiden la entrada a cualquier persona sin un código verde.

Hasta ahora, dicho mecanismo no se ha materializado.

Los códigos de salud de China aparecieron por primera vez en febrero, los productos conjuntos de funcionarios locales y compañías tecnológicas, incluido el gigante de internet Tencent y Ant Financial, una compañía hermana del titán de comercio electrónico Alibaba. En cuestión de semanas, aparecieron códigos en todo el país.

A medida que se comenzaron a publicar ejércitos de guardias, trabajadores y voluntarios en todas las ciudades para verificar los códigos de las personas, las aplicaciones se volvieron esenciales para la vida diaria. Incluso se han convertido en una herramienta accidental para combatir el crimen.

Al ver a un médico, por ejemplo. O al evaluar a los trabajadores para trabajos, como ser un conductor, que requieren aptitud física. Incluso al monitorear multitudes en grandes reuniones.

Sin embargo, dicha información fácilmente accesible podría permitir la discriminación. Las aseguradoras podrían aumentar las tarifas para las personas con códigos rojos o amarillos. Los empleadores pueden negar empleos o promociones.

Ni el regulador de internet ni los funcionarios de salud de Hangzhou respondieron a las solicitudes de comentarios.

En un condado de la provincia de Zhejiang, donde Hangzhou es la capital, los funcionarios están extendiendo el concepto del código de salud más allá de la salud pública, una posible señal de hacia dónde podría conducir este experimento de control social digitalizado.

Recientemente, los oficiales del Partido Comunista en el condado de Tiantai, cerca de la ciudad de Taizhou, se inspiraron para desarrollar una herramienta separada que ellos llaman el “código de salud de honestidad”, dijo por teléfono el subdirector de operaciones local, Qiu Yinwei.

El código representa el grado de honestidad y diligencia de los miembros del partido en la realización del trabajo del partido.

“Se trata de si tu espíritu de fiesta es saludable, no si tu cuerpo está sano”, dijo Xu Yicou, el secretario del partido de la aldea de Shitangxu.

Al igual que los códigos de salud originales, los códigos de honestidad vienen en verde, amarillo o rojo. Por ahora, no son generados por el software en los teléfonos individuales. En cambio, los funcionarios los generan en función de sus registros sobre los miembros del partido.

Una vez que los códigos se imprimen en papel, se pueden escanear con una aplicación de teléfono para obtener más información. Los miembros del partido con códigos rojos enfrentan investigación y disciplina, según Zhejiang Daily, un periódico estatal.

En respuesta, “cambió rápidamente su pensamiento, corrigió su actitud y se dedicó a su trabajo”, informó el periódico.

En poco tiempo, su código era verde nuevamente.

Wang Yiwei contribuyó con la investigación.

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