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Pero descansar temprano, anticipar las necesidades de sus perros, hace algo aún más importante que eso: genera confianza. Un perro de trineo se entera de que cuando tiene hambre, su musher ya ha preparado una comida; cuando está cansada, tiene una cama caliente. Si tiene frío, tienes un abrigo o una manta para ella; si tiene sed, tienes agua. Y es esta seguridad, esta confianza, lo que le permite dedicarse al viaje, darle al rastro todo lo que tiene sin preocuparse por lo que viene después. No se puede hacer que un perro de trineo corra 100 millas. Pero si ella sabe que la has recuperado, correrá porque quiere, porque se quema, y ​​te llevará de paseo.

Lo que esto significa para las personas, para nosotros, es que no podemos simplemente planear cuidarnos más tarde. No debemos esperar recuperar el sueño cuando realmente nos estrellamos, o acercarnos a nuestros seres queridos después de que la soledad nos golpee. Deberíamos pedir ayuda antes de necesitarla. Debemos apoyar a los demás antes de que lo pidan. Porque si no sabe qué tan lejos va, debe actuar como si fuera para siempre.

Planear para siempre es esencialmente imposible, lo que en realidad puede ser liberador: te trae de regreso al presente. ¿Cuánto durará esta pandemia? Ahora mismo, eso es irrelevante; lo que importa es comer una comida nutritiva, decirle a alguien que lo ama, pasear a su perro, dormir lo suficiente. Lo que importa es que, en la medida en que pueda, haga que su propia vida sea sostenible todos los días.

Los perros de trineo pueden correr más lejos, en menos tiempo, que casi cualquier otro animal. Pero solo piensan tan lejos como pueden ver, oír y oler. Captan el olor de un ciervo; ven una curva en el camino. Es, a su manera, así de simple. Si el equipo se enfrenta a un desafío inesperado, si llega a una montaña empinada o se refugia en una tormenta, es mejor para su moderación. Porque son saludables, contentos; tienen lo que necesitan y se tienen unos a otros. No existe una forma más sólida de conocer lo desconocido.


Blair Braverman es el autor de “Bienvenido al maldito cubo de hielo: persiguiendo el miedo y encontrando un hogar en el Gran Norte Blanco”.

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