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“Aprenda a resistir el impulso”, dice Tara S. Peris, profesora asociada de psiquiatría y ciencias del comportamiento biológico en la Universidad de California, Los Ángeles, donde es codirectora del Programa Child O.C.D., Ansiedad y trastornos de tic. Los psiquiatras consideran que morderse las uñas es un “comportamiento repetitivo centrado en el cuerpo”, junto con cosas como tirar del cabello y rascarse la piel. Morderse las uñas tiende a comenzar en la infancia y la adolescencia, pero los investigadores estiman que hasta el 30 por ciento de los estadounidenses son mordedores de uñas crónicos. A menudo, una forma de auto-alivio, el trastorno puede, con el tiempo, interrumpir el funcionamiento de los circuitos de recompensa del cerebro. Un mordisco ocasional probablemente no sea preocupante, pero si te roes hasta que te lastimas, si tus dedos están ensangrentados o infectados, o si la picadura te distrae o avergüenza, debes saber que puedes obtener ayuda.

Un tratamiento establecido a principios de la década de 1970 llamado terapia de reversión del hábito puede romper el ciclo en tan solo ocho a 12 semanas. “Primero tome conciencia del comportamiento”, dice Peris. Mantenga un registro escrito. Centra la atención hacia adentro. ¿Qué sensación experimentas justo antes de empezar a morderte las uñas? ¿Qué humor acompaña a la mordedura? Luego gira hacia afuera a tu alrededor. ¿Es más probable que te mastiques las manos en ciertas habitaciones? En el auto? ¿Al mirar televisión o leer? Esta primera etapa del tratamiento, el entrenamiento de la conciencia, por lo general dura aproximadamente una o dos semanas. “A continuación, aprenderá lo que llamamos una respuesta competitiva”, dice Peris. Cuando sienta que se acerca la mordedura de una uña, en su lugar, hará algo más, como juntar las manos o pellizcar el pulgar y el índice y sostenerlo durante un minuto, o hasta que el impulso disminuya. Intente modificar su entorno, por ejemplo, haciendo su tarea en la mesa de la cocina, en lugar de donde tiende a morder más, y luego practique atrapar y reemplazar el comportamiento una y otra vez.

Tenga en cuenta que poner las manos en la boca durante una pandemia viral aumenta el riesgo de infección. “En épocas de alto estrés, es posible que los síntomas aparezcan o empeoren”, dice Peris. “Eso es normal y solo tendrás que volver a practicar esas habilidades de comportamiento en competencia”.

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